DEL TIEMPO Y DE LA VIDA
En medio del ancho océano y de las altas nubes
de los profundos valles y de los abismos negros,
aparece el tiempo desprovisto de equipaje,
indicando el camino, a veces, tan incierto...
¿Acaso el pasado, el futuro y el presente
no son los que conducen al hombre,
los mediadores entre el día y la noche,
aquellos que nos proyectan hacia el todo infinito?
No es mera apariencia el tiempo, no,
ni tampoco una línea que se pierde al fondo,
es más bien la posibilidad de consumirse,
y por ello, encontrarse, renaciendo.
Por eso, el nuestro es un continuo hacerse
la propia vida, con el paso del tiempo,
un despertar discontinuo y verdadero
para después bajar a las ordenadas cosas,
y a su peso...